En una reunión mantenida con el ministro del interior del régimen de Israel, Silvan Shalom, en Londres, capital británica, Anelay subrayó que la construcción de viviendas ilegales en Cisjordania y Al-Quds, además de ser una medida condenada, contradice las leyes internacionales.
Advirtió también de que esas políticas expansionistas del régimen de Tel Aviv perjudican el llamado proceso de paz entre palestinos e israelíes.
Por otra parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Bélgica, Didier Reynders, expresó el jueves su preocupación por la decisión de Israel de construir nuevas viviendas ilegales en los territorios palestinos de Cisjordania y Al-Quds.
Reynders subrayó que esa medida del régimen de Tel Aviv es ilegal y contraria a las leyes internacionales y pidió a las autoridades israelíes que pongan fin a esas actividades.
Las reacciones suceden después de que la oficina del primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, anunciara el miércoles haber autorizado la construcción inmediata de 300 viviendas en Beit El, cerca de la ciudad palestina de Ramalá, en la ocupada Cisjordania.
El comunicado, además de dar a conocer la noticia, añade que se ha aprobado la planificación para construir otras 504 viviendas ilegales en Al-Quds.
La orden israelí ha recibido este viernes la crítica del ministro de Exteriores de Nueva Zelanda, Murray McCully, quien la ha catalogado de ilegal y un obstáculo para los esfuerzos por establecer la paz en el Oriente Medio.

Además de estos países, el anuncio del régimen de Israel ha sido objeto de enérgicas condenas, entre ellas de Alemania Estados Unidos, Egipto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE) y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Más de medio millón de israelíes viven en más de 120 asentamientos ilegales construidos desde la ocupación de los territorios palestinos de Cisjordania y Al-Quds en 1967.
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