Según informó el miércoles la cadena libanesa Al-Manar, la preocupación sigue aumentando tanto entre los residentes como entre las autoridades municipales de esta ciudad por la existencia de esta sustancia química muy peligrosa.
Anteriormente, el secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasrolá, había advertido de que si el régimen de Israel agrede el territorio libanés, los combatientes de la Resistencia atacarán estos tanques.
El máximo funcionario de Hezbolá había agregado que un ataque contra la planta de refinamiento de amoníaco en Haifa, norte de los territorios ocupados palestinos, tendría resultados y destrucciones similares al lanzamiento de una bomba nuclear.
En este sentido, los expertos israelíes estiman que el ataque de Hezbolá a los tanques de amoníaco provocaría la muerte inmediata de 17.500 israelíes, al mismo tiempo que alertan que esta cifra podría aumentar a 42.500 en solo tres horas después del ataque.
Los representantes de la ciudad de Haifa visitaron el parlamento israelí para abordar la situación y trasladar la inquietud de los colonos israelíes en esta zona, y pidieron a Nasrolá que retire sus advertencias para que el régimen de Tel Aviv haga frente a esta problemática situación.
En varias ocasiones, responsables de la inteligencia israelí han advertido de que Hezbolá podría sorprender al régimen de Israel con un ataque masivo en represalia por los crímenes cometidos por dicho régimen contra los pueblos de Palestina y El Líbano.
El pasado mes de enero, la armada israelí aseguró que Hezbolá ya cuenta con misiles crucero y antibuque Yajont, de fabricación rusa, y que esto constituye una gran amenaza para el régimen israelí.
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