Según un informe publicado el sábado por la cadena iraní de noticias Al-Alam, a finales de la década de los 70 a los 20 años Lieberman, un judío de origen ruso, llegó a los territorios ocupados palestinos, donde trabajaba de guardia de una casa de juego.
Aprendió el hebreo y estudió en la universidad de Jerusalén. Lieberman demostró rápidamente su ideología racista, atacando con sus amigos a los compañeros palestinos de clase, una conducta que le ganó mucha popularidad entre los israelíes.
Durante la agresión israelí contra la Franja de Gaza en 2014, Lieberman pidió el asesinato de todos los líderes del Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) y amenazó con convertir al enclave costero a un “estadio de fútbol”, con la ayuda de los tanques.
Esta postura extremista se profundizó en Lieberman de forma que incluso, amenazó en 2009, con bombardear la represa de Asuán en Egipto, en caso de estallar una guerra eventual.
Esas declaraciones provocaron el rechazo por parte de varias autoridades israelíes y egipcias, al considerarlo como una “amenaza” a la paz en la región. El Cairo por su parte, consideró a Lieberman como una “persona non grata” en Egipto.
El viernes, el ministro de asuntos militares del régimen israelí, Moshe Yaalon, renunció después de que el premier israelí, Benyamin Netanyahu, propusiera a Lieberman este cargo. El jueves, la Cancillería palestina consideró que el nombramiento de Lieberman evidencia que Israel persigue extender el extremismo en lugar de paz.
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