• Futuro de las relaciones Irán-EEUU
Publicada: jueves, 20 de agosto de 2015 13:54
Actualizada: martes, 1 de septiembre de 2015 8:55

Quizás después que Irán y el Grupo 5+1 concluyeran el pasado mes de julio los diálogos sobre el programa nuclear iraní para después evaluarlo en el Parlamento iraní y el Congreso de EEUU, se especulaba que ya las tensiones entre Teherán y Washington empezarían a reducirse y ambos se acercarían en diferentes cuestiones; así como temas relacionados con la región de Oriente Medio.

En este artículo pretendemos estudiar la postura de Irán ante las ecuaciones regionales y hacia EEUU, en base a las declaraciones de las autoridades iraníes, concretamente el discurso del Líder de Irán, el Ayatolá Seyed Ali Jamenei, ante representantes de países islámicos en Teherán, capital de Irán.

Mientras se realizaban los diálogos nucleares entre Irán y el G5+1, algunas declaraciones del presidente, Barack Obama, y el restablecimiento de las relaciones entre Washington y La Habana, provocaron rumores acerca de la normalización de lazos entre Irán y EEUU.

El mandatario estadounidense en sus mensajes por el nuevo año persa (marzo de 2015), el acuerdo de Ginebra y la conclusión de diálogos nucleares en Viena, contribuyeron a hacer creer estas especulaciones.

"Tenemos la mejor oportunidad en décadas para lograr un futuro distinto entre nuestros países", así manifestó Obama en el mensaje de ocasión por el nuevo año en Irán.

Sin embargo, las autoridades iraníes dicen que las discrepancias y diferencias entre EEUU e Irán tienen raíz histórica y que primero la Casa Blanca debe atraer la confianza de su pueblo. Además, el gobierno de Teherán teniendo en cuenta los complots apoyados por Washington en su contra, duda la sinceridad de EEUU al escuchar algunas afirmaciones como las de Obama acerca de un futuro distinto. Tal como lo vemos en las declaraciones del líder iraní ante los representantes de los países islámicos reunidos en Teherán: “Ellos creían que a través del consenso nuclear, el cual aún depende de la aprobación del Congreso estadounidense y del Parlamento (iraní), pueden conseguir una vía para influir en Irán, no obstante, nosotros no lo hemos permitido y no lo vamos a permitir”.

Además, el Líder iraní dejó bien claro que pase lo que pase, los principios de la Revolución Islámica de Irán no cambiarán, es decir, no modificara su postura en brindar apoyo incondicional a todos los movimientos de resistencia regionales, en particular la resistencia Palestina, y a cualquiera que luche contra el régimen de Israel, lo machaque y apruebe la resistencia.

Esta postura del líder iraní y del sistema de la República Islámica de Irán se debe a dos factores importantes; primero reside en los principios de defender a los oprimidos y el segundo en el profundo pesimismo del pueblo iraní hacia el imperialismo estadounidense por sus complots en su contra, de los que mencionaremos algunos a continuación.

Golpe de Estado de 19 de Agosto de 1953

El 19 de agosto de 1953, es una fecha que nunca se borra de la memoria de los iraníes. Es el día en que el primer gobierno democráticamente electo del país, fue derrocado por un golpe de Estado orquestado por el Reino Unido y los Estados Unidos.

Ellos consideraban como enemigo a Mohamad Mosaddeq, el entonces primer ministro iraní, por haber nacionalizado la industria petrolera del país, y ganar popularidad entre distintos sectores del pueblo.

El golpe de estado, conocido como la Operación Ajax en los archivos de la CIA, devolvió el poder absoluto al último Shá de Irán, Mohamad Reza Pahlavi;  terminando con la muerte de decenas de personas.

Sesenta años después en 2013, la CIA reconoció oficialmente su implicación en el golpe militar en Irán. Un documento desclasificado explicó cómo agentes de la inteligencia estadounidense, junto con el británico MI6 llevaron a cabo la operación.

Años atrás, Madeleine Albright, ex secretaria de Estado de EEUU, también había hablado abiertamente del rol de su país en el golpe de Estado. Afirmó que el motivo del mismo se debía a impedir el desarrollo político de Irán.

“En 1953, Estados Unidos desempeñó un papel significativo en orquestar el derrocamiento del primer ministro popular de Irán, Mohamad Mosaddeq. La administración de Eisenhower consideraba que su acción era justificada por razones estratégicas. Pero el golpe fue claramente un retroceso en el desarrollo político de Irán, y es fácil ver ahora, por qué muchos iraníes continúan resentidos ante esa intervención de Estados Unidos, en sus asuntos internos”.

La guerra impuesta por Irak contra Irán (1980-88)

Apenas establecido el sistema de la República Islámica de Irán, el dictador del país vecino de Irán, Saddam Husein, lanzó una guerra con la luz verde de EEUU y sus aliados occidentales. Durante la guerra y en momentos que el Ejército iraquí se debilitaba, era Washington el que brindaba apoyos de inteligencia para que Irak pudiera avanzar en su invasión.

En este sentido, el ex secretario de Estado de EEUU, James Baker, reconoció el apoyo que su Gobierno había prestado al régimen de Saddam Husein para arremeter contra Irán. Baker aseveró que el Gobierno de Estados Unidos durante la guerra impuesta por Irak contra Irán (1980-88), Washington proporcionó información militar y en ocasiones colaboró con el régimen iraquí de aquel entonces.

Al respecto, el presidente del Parlamento de Irán, Ali Lariyani, afirmó que EEUU nunca ha dejado de tramar complots contra Irán. Manifestó que “Existen documentos sobre las ayudas y el apoyo que los estadounidenses y occidentales le brindaron a Saddam durante la guerra. Concluida esta, EEUU y Occidente generaron otros escollos para Irán, incluido el caso nuclear, y negaron al país (el acceso a un programa nuclear pacífico) durante más de 12 años por culpa de, ni siquiera, un acto ilegal que no habíamos cometido”.

Protestas poselectorales en Irán de 2009

Después de las elecciones presidenciales en Irán e inmediatamente revelado el resultado de las presidenciales que dieron otro periodo de mandato al entonces presidente Mahmud Ahmadineyad, las calles de diferentes ciudades iraníes se hundieron en caos y protestas. Unas protestas que al parecer tenían como objetivo derrocar el gobierno. En medio de los disturbios, los medios occidentales echaban leña al fuego a las protestas y daban directrices a los manifestantes para que continuaran sus marchas.

Poco después, se levantó la voz desde EEUU, su entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, en palabras injerencistas manifestó "claro y directo" respaldo de Washington a los manifestantes opositores en Irán y exigió al Gobierno iraní que garantizara a sus ciudadanos las mismas libertades de las que ya gozaban los egipcios.

Hillary Clinton expresó por aquellos días: "Lo que ocurre hoy en Irán es muestra del coraje del pueblo, y una crítica de la hipocresía del régimen iraní, un régimen que durante las últimas tres semanas ha aplaudido constantemente lo que pasaba en Egipto".

Con estos antecedentes son lógicas las palabras de las autoridades iraníes, especialmente las de su líder, basadas en que no se puede confiar en EEUU. Son razones suficientes para que Irán recurra a todo lo que pueda para impedir la influencia estadounidense, no solo en su territorio, sino en sus entornos.