El presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Ali Lariyani, ha recordado este martes el golpe de Estado del 19 de agosto de 1953, ejecutado por militares iraníes y ordenado por EE.UU. y su aliado británico, que derrocó al entonces primer ministro iraní Mohamad Mosadeq, y puso fin a un “gobierno surgido por el voto de la nación que estaba practicando alguna forma de la democracia”.
Existen documentos sobre las ayudas y el apoyo que los estadounidenses y occidentales le brindaron a Saddam durante la guerra impuesta (por Irak a Irán)”, ha dicho el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Ali Lariyani.
Lariyani ha asegurado que la nación persa jamás olvidará las heridas que sufrió por dicho acto intervencionista de EE.UU., algo que, ha agregado, volvió a repetirse durante la época postrevolucionaria en Irán, es decir durante la guerra impuesta (1980-88) por el exdictador iraquí Saddam Husein a la joven Revolución Islámica de Irán (1979).
“Existen documentos sobre las ayudas y el apoyo que los estadounidenses y occidentales le brindaron a Saddam durante la guerra impuesta (por Irak a Irán)”, ha precisado el presidente del Parlamento, quien ha precisado que después de la guerra Washington siguió presionando a Teherán, creando una crisis innecesaria sobre el programa de energía nuclear iraní.
“Concluida la guerra, EE.UU. y Occidente generaron otros escollos para nosotros, incluido el caso nuclear, y nos negaron (el acceso a un programa nuclear pacífico) durante más de 12 años por culpa de ni siquiera un acto ilegal que no habíamos cometido”, ha afirmado.

El legislador iraní ha denunciado que a pesar de la conclusión de los diálogos entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), Washington mediante librar guerras en la región, busca empujar a Irán a la crisis.
El 19 de agosto de 1953, el Reino Unido y Estados Unidos llevaron a cabo un golpe de Estado perpetrado por militares iraníes, lo que desencadenó una serie de eventos, incluyendo disturbios en las calles de la capital iraní, Teherán, que llevó al derrocamiento y arresto de Mosadeq cuatro días después.
Mosadeq fue declarado culpable de traición a la patria, cumplió tres años de prisión y murió bajo arresto domiciliario en 1967.
Un documento desclasificado de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) reconoció en agosto de 2013 que la agencia estuvo involucrada en el mencionado golpe militar en Irán.
Aunque este podría ser el primer reconocimiento formal por parte de la CIA, el rol jugado por Estados Unidos se ha conocido desde hace mucho. En el año 2000, la entonces secretaria de Estado de EE.UU., Madeleine Albright, habló sobre la intervención.
“El golpe fue claramente un retroceso en el desarrollo político de Irán, y es sencillo ver ahora el porqué muchos iraníes continúan resintiendo esta intervención de Estados Unidos en sus asuntos internos”, afirmó Albright.
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