El primer ministro paquistaní, Imran Jan, denunció el viernes la violencia contra la minoría musulmana en La India, y exigió al Gobierno de Nueva Delhi que haga frente a los extremistas hindúes.
Jan lamentó el hecho de que solo un grupo reducido de Estados islámicos ha expresado hasta el momento su rechazo y condena hacia la masacre de los musulmanes indios.
El premier paquistaní elogió, no obstante, la postura del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, frente a actos violentos contra musulmanes en La India.
“Nosotros alabamos la postura del Líder iraní en apoyar a los musulmanes indios”, subrayó para luego agradecer también el respaldo del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a la minoría musulmana india.
La violencia contra la comunidad musulmana se desató luego de que el Parlamento indio aprobara en diciembre una ley que permitirá a Nueva Delhi conceder la nacionalidad a millones de indocumentados que entraron en La India procedentes de Afganistán, Bangladés y Paquistán antes de 2015, pero solo en el caso de que no sean musulmanes.
Desde entonces, se han registrado feroces choques entre manifestantes musulmanes, extremistas hindúes y la Policía india. En el marco de esta persecución histórica, se han incendiado nueve mezquitas y cientos de copias del Corán, libro sagrado de los musulmanes.
Según confirman las autoridades locales, los enfrentamientos han provocado más de 40 muertos y 300 heridos, en su mayoría musulmanes, en el noreste del país.
Diferentes analistas en temas internacionales, como Said Nader, han aseverado que la violencia perpetrada contra los musulmanes en La India es una copia de las políticas islamófobas de EE.UU. y el régimen de Israel.
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