En un mensaje emitido este domingo para solemnizar los esfuerzos de los bomberos en hallar a los atrapados bajo los escombros de Plasco en Teherán (capital), el ayatolá Seyed Ali Jamenei ha señalado que la gran tarea que se realizó durante los últimos 10 días ha traído a la memoria los ocho años de la Defensa Sagrada (1980-1988) ante el régimen del exdictador iraquí Saddam Husein (1979-2003).
“Estos mártires (bomberos) revivieron una vez más las memorias de los sacrificios (registrados) durante la Defensa Sagrada y pusieron de relieve que cuando se trata de arriesgarse (la vida) y cumplir con el deber, un iraní fiel demostrará una firme voluntad y una valentía ejemplar y ofrecerá en el camino de Dios, su vida sin condiciones”, ha indicado el ayatolá Jamenei en su nota.
Estos mártires revivieron una vez más las memorias de los sacrificios (registrados) durante la Defensa Sagrada y pusieron de relieve que cuando se trata de arriesgarse y cumplir con el deber, un iraní fiel demostrará una firme voluntad y una valentía ejemplar y ofrecerá en el camino de Dios, su vida sin condiciones”, ha indicado el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
El Líder iraní ha resaltado que las familias de los bomberos mártires y toda la nación iraní deben sentirse orgullosas de tanta voluntad y valentía, aunque, afirma, es una triste tragedia. Asimismo, recalca que Irán nunca olvidará a los mártires que han ofrecido su vida en cumplimiento de un servicio difícil y un deber peligroso.
De igual manera, el ayatolá Jamenei ha expresado su solidaridad con las familias de las víctimas del edificio comercial de Plasco y ha pedido mucha paciencia y resignación a Dios todopoderoso para los enlutados.
Por último, el Líder ha agradecido a todas las entidades y personal que han coadyuvado durante ese tiempo en ejecutar la ardua operación de rescate y limpieza de la zona de miles de toneladas de hierro y demás restos del edificio derrumbado.
El 19 de enero, un incendio provocado en las plantas superiores de Plasco, en el centro de Teherán, causó el desplome total del antiguo edificio de 17 pisos. El trágico incidente ha dejado (según los últimos datos) un total de 19 víctimas mortales: 15 bomberos —más uno que falleció en el hospital por la gravedad de sus heridas— y cuatro civiles.
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