• Un combatiente kurdo durante las operaciones antiterroristas de las fuerzas populares kurdas Peshmerga en la provincia de Nínive, norte de Irak.
Publicada: domingo, 8 de noviembre de 2015 11:19

Los rehenes liberados de manos del grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) relatan sus sufrimientos en las cárceles terroristas detallando la barbarie y la brutalidad de los elementos de esa banda terrorista.

De acuerdo con las declaraciones de Ahmad Mahmud Mustafa, un exagente de las fuerzas iraquíes, él y otros 38 rehenes fueron encerrados en una habitación sin ventanas y estaban obligados a permanecer en silencio y a cumplir con todo lo que se les pedía.

También, agrega, se vigilaban de cerca todos los movimientos de los detenidos mediante cámaras de seguridad instaladas en la sala.

Además, Mustafa menciona las acusaciones de espionaje en su contra y en contra de uno de sus amigos, Mohamad Abd, e indica que un juez del EIIL les permitió elegir entre la ejecución y seguir con más interrogatorios.

Mohamad eligió la primera opción y puso su huella dactilar en una lista de cargos para admitir su culpabilidad, señala Mustafa, para después aludir que los terroristas le preguntaron a Mohamad la forma en que prefería ser decapitado.

Por otro lado, Saad Jalaf Ali, otro rehén liberado de manos del EIIL, cuenta que había confesado “todo” sobre sus tareas de facilitar información a las fuerzas kurdas y fuerzas iraquíes y por esta misma razón fue condenado a muerte por un juez de esa banda terrorista.

Desde el inicio de la crisis iraquí en junio de 2014, las fuerzas kurdas iraquíes han luchado codo a codo junto a las fuerzas del Ejército y las fuerzas populares, marcando considerables avances en la lucha anti-EIIL en el país árabe.

 

A este respecto, asegura que habría sido ejecutado la mañana del 22 de octubre de 2015, empero, gracias a las operaciones realizadas la noche anterior para lograr su liberación, él y otros 68 rehenes están con vida.

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