• El primer ministro de Irak, Haidar al-Abadi, en una reunión con autoridades saudíes y estadounidenses, 22 de octubre de 2017.
Publicada: lunes, 23 de octubre de 2017 16:49
Actualizada: martes, 24 de octubre de 2017 11:35

El Gobierno de Irak critica los señalamientos injerencistas lanzados por Rex Tillerson sobre las milicias progubernamentales iraquíes de Al-Hashad Al-Shabi.

Por medio de un comunicado emitido este lunes, la oficina de prensa del primer ministro iraquí, Haidar al-Abadi, rechaza la propuesta del secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, de poner fin a las operaciones de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), que desempeñan un destacado rol en la derrota del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).

“Nadie tiene derecho a interferir en los asuntos (internos) iraquíes”, reza la nota, que cita a una fuente cercana al jefe de Gobierno del país árabe, tal y como ha recogido la agencia de noticias británica Reuters.

En una rueda de prensa ofrecida el domingo en Riad (capital saudí) tras reunirse con Al-Abadi y el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdul Aziz Al Saud, el jefe de la Diplomacia estadounidense, declaró que es el momento de que “las fuerzas extranjeras en Irak se vayan a casa y que permitan al pueblo iraquí hacerse con el control”.

Nadie tiene derecho a interferir en los asuntos (internos) iraquíes”, dijo la oficina del premier iraquí, Haidar al-Abadi.

 

Por su parte, un portavoz de Al-Hashad Al-Shabi, Ahmad al-Asadi, ha condenado las afirmaciones de Tillerson, asegurando que en Irak “solo los iraquíes están luchando contra Daesh”.

Al tachar esas declaraciones de una “ofensa a la sangre derramada de los mártires iraquíes”, el responsable de la milicia ha urgido a Tillerson a disculparse con el pueblo iraquí.

En noviembre de 2016, el Parlamento iraquí aprobó una ley que otorgaba el estatus legal completo a las fuerzas de Al-Hashad Al-Shabi, integradas tanto por los chiíes como por los suníes. De acuerdo con la normativa, estos combatientes pasaron a ser parte de las Fuerzas Armadas de Irak, bajo el mando del primer ministro y con derecho a percibir salarios y pensiones de la misma manera que los miembros del Ejército y la Policía.

Estas fuerzas apoyan a las Fuerzas Armadas del país en sus ofensivas contra Daesh, siendo el caso más importante la operación para la liberación de la ciudad norteña de Mosul, que estuvo bajo el control de la banda ultrarradical hasta su liberación el pasado julio.

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