Los terroristas viven sus peores momentos desde el año 2014, cuando ocuparon una gran parte de Irak. La vida y la esperanza han vuelto a Mosul, una ciudad iraquí semidestruida, en su primera jornada de libertad. Los habitantes expresan su alegría tras el fin de la época de control terrorista.
La liberación completa de Mosul se anunció el lunes, al cabo de una operación masiva que duró 9 meses. El Gobierno iraquí decretó fiesta nacional y los iraquíes salieron a las calles de varias ciudades. Si bien, la ciudad mantiene una gran necesidad urgente de ayuda humanitaria.
Por otra parte, los medios locales informan de fuertes choques internos entre los terroristas en la ciudad de Tal Afar, al oeste de Mosul, después de la confirmación de la muerte del líder de Daesh, Abu Bakr al-Bagdadi, en ausencia de una declaración oficial del grupo.
Los choques habrían estallado entre los leales a Al-Bagdadi y quienes quieren designar a un sucesor. La pérdida de Mosul, una vez la segunda ciudad más grande de Irak, supone el golpe más duro contra Daesh desde su auge en 2014. Según varios observadores, supone también el fin de la carrera de este grupo.
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