Apoyadas por las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), las tropas iraquíes han comenzado este jueves al amanecer su ofensiva en las zonas desérticas donde los terroristas disponen de escondites, ha informado el general de división del Ejército iraquí Mahmud al-Falahi.
"Las fuerzas de seguridad avanzan por la zona llamada 'kilómetro 160', al oeste de Ramadi (la capital provincial), hacia Nuyaib", ha explicado el oficial desde Rutba, puesto avanzado militar y última ciudad en el camino hacia Jordania.
El objetivo de la ofensiva, ha señalado Al-Falahi, que dirige el Mando de Operaciones de Al-Anbar, es expulsar a los combatientes de Daesh hacia el desierto y llevar la seguridad a Rutba.
Por otra parte, una fuente iraquí ha informado bajo condición de anonimato de que los terroristas de Daesh, en su mayoría extranjeros, están infiltrándose desde Siria hacia el desierto de Al-Anbar.
Las fuerzas de seguridad avanzan por la zona llamada 'kilómetro 160', al oeste de Ramadi (la capital), hacia Nuyaib", dice el general de división del Ejército iraquí Mahmud al-Falahi.
Esta última fuente añade que dichos miembros de Daesh se han trasladado a Al-Qaim, paso fronterizo entre Irak y Siria, para fortalecer la posición del grupo takfirí en el oeste de Irak tras una posible derrota en la ciudad norteña iraquí de Mosul.
Las tropas de Bagdad han reconquistasdo la mayoría de las ciudades de Al-Anbar, pero los terroristas controlan todavía los distritos fronterizos de Anah, Rawa y Al-Qaim.
De acuerdo con los medios locales, la seguridad sigue siendo precaria en Al-Anbar, fronteriza también con Jordania y Arabia Saudí, a pesar de que en 2016 el Ejército iraquí recuperó de manos de EIIL Ramadi y Faluya, las dos principales ciudades de la provincia.
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