Dos segundos con baile y alegría, los ciudadanos de la ciudad iraquí de Mosul celebraron los últimos avances de las tropas en la lucha contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
Tras tres meses de duros combates, se bajó la última bandera de Daesh en el distrito de Al-Rashidiya. Las fuerzas iraquíes logaron hacerse con todo el control del este de Mosul y arrebataron a los terroristas su último bastión en la orilla oriental del río Tigris.
Ahora, los residentes de la parte oriental de Mosul pueden respirar de nuevo y tratar de olvidar los recuerdos amargos de las atrocidades del EIIL.
Con la toma total de la parte oriental de Mosul, las fuerzas iraquíes se preparan para lanzar una ofensiva en el oeste, que sigue bajo el control de los terroristas takfiríes. Mosul es el principal bastión de los terroristas en Irak y su reconquista supondría un golpe estratégico contra Daesh.
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