En declaraciones concedidas hoy viernes a la agencia iraní de noticias IRNA en Erbil, capital del Kurdistán iraquí, Najm al-Yaburi ha explicado que la banda takfirí no controla ya los pozos petrolíferos de la zona, por lo que ha perdido una importante fuente de financiación.
El comandante de las operaciones antiterroristas de la provincia septentrional de Nínive, cuya capital es Mosul, ha cifrado en un millón de dólares al mes las ganancias que obtenían los extremistas takfiríes vendiendo el petróleo robado.
Daesh controlaba más de la mitad de los pozos petrolíferos que había en Al-Qayara (…) Este grupo terrorista takfirí ya ha perdido una de las fuentes más importantes de su financiación, la extracción y venta del crudo”, ha indicado el comandante de las operaciones antiterroristas de la provincia septentrional de Nínive, Najm al-Yaburi.
“Daesh controlaba más de la mitad de los pozos petrolíferos que había en Al-Qayara (…) Este grupo terrorista takfirí ya ha perdido una de las fuentes más importantes de su financiación, la extracción y venta del crudo”, ha indicado Al-Yaburi.
El comandante iraquí ha precisado además que, en la actualidad, más de 60 pozos están ya bajo control de las tropas iraquíes, apoyadas por las fuerzas populares.
La estratégica ciudad de Al-Qayara, que estaba bajo control terrorista desde junio de 2014, fue liberada por completo de los terroristas el pasado 25 de agosto.
Ahora, las fuerzas iraquíes se están preparando para recuperar Mosul. La reconquista de la base militar de Al-Qayara y las zonas periféricas han allanado el camino hacia la recuperación del principal bastión de Daesh en Irak, que probablemente tendrá lugar a finales de octubre.
Tras liberar las ciudades centrales de Faluya y Ramadi, el Ejército iraquí inició las fases preliminares de la ofensiva de Mosul y, junto a las fuerzas populares iraquíes, ha logrado importantes avances al sur de esta localidad. Aún se desconoce si Daesh resistirá o huirá de Mosul, pero las autoridades de Bagdad prevén duros enfrentamientos.
Los terroristas de Daesh han perdido más de la mitad de los territorios usurpados tanto en Irak como en Siria, si bien aún mantienen el control sobre sus “capitales” gemelas: Mosul en Irak y Al-Raqa en Siria.
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