El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, ha sufrido un desgaste político irreversible en la última semana. Producto de su afán de expulsar al comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra la Impunidad en Guatemala, Iván Velásquez, se han presentado varias solicitudes ante el organismo judicial para que se le retire la inmunidad, otras como las que presentó el Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) vienen desde hace tiempo y rayan con acusaciones de financiamiento ilícito de campaña.
Las solicitudes de antejuicio deberán llegar al Congreso de la República donde una comisión pesquisidora electa mediante sorteo deberá conocer el caso y recomendar si se le retira o no el derecho de antejuicio a Morales, es por ello que en el Parlamento ya se cabildea entre bancadas para definir como se votará.
Uno de los diputados más controversiales del Parlamento y adepto al presidente ha asegurado que primero hay que entrar a conocer otras solicitudes planteadas contra la Fiscal General y otras autoridades.
Pero hay acciones mucho más serias que se podrían estar fraguando entre bancadas parlamentarias y que podrían poner en libertad al expresidente Otto Pérez Molina y otros altos funcionarios que por ahora enfrentan procesos penales.
Al presidente Morales se le acusa de no reportar los aportes de campaña ante el Tribunal Supremo Electoral y de ocultar donaciones de posible dinero ilícito, además de desacato y al menos otros seis antejuicios que han planteado organizaciones de la sociedad civil.
De 37 diputados de la bancada que representa al partido oficial en el Congreso, al menos la mitad tienen denuncias ante el Ministerio Público y a por lo menos nueve ya se les retiró la inmunidad.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.
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