• Diputados europeos votan en una sesión del Parlamento Europeo (PE), 22 de noviembre de 2016.
Publicada: miércoles, 23 de noviembre de 2016 3:10

El Parlamento Europeo (PE) se pronunció el martes a favor de congelar las ‎negociaciones destinadas a la adhesión de Turquía a la Unión Europea (UE).‎

“La UE tiene que mandar una señal política clara, con una decisión formal de congelar las negociaciones mientras perdure esta situación en cuanto al estado de derecho”, manifestó el líder del Partido Popular europeo, Manfred Weber.

Tras debatir el tema en represalia por la actitud autoritaria del Gobierno de Ankara, los parlamentarios europeos decidieron votar el próximo jueves la suspensión de las negociaciones, aunque varios grupos defendieron la necesidad de “más claridad” al respecto.

La UE tiene que mandar una señal política clara, con una decisión formal de congelar las negociaciones mientras perdure esta situación en cuanto al estado de derecho”, manifestó el líder del Partido Popular europeo, Manfred Weber.

El líder socialista Gianni Pittella denunció que Turquía “se está convirtiendo cada vez más en un régimen autoritario” y aunque anunció que la puerta del diálogo “seguirá siempre abierta”, afirmó que actualmente no ven vías posibles para la adhesión de Turquía al bloque comunitario, a menos que Ankara “respete la democracia y el estado de derecho”.

Por su parte, la jefa de la Diplomacia europea, Federica Mogherini, parece ser contraria a la propuesta: “En el caso de que el proceso de adhesión sea cesado, considero que perderán ambas partes”, dijo, agregando que la UE “perderá un canal importante de cooperación y medio de influencia sobre Turquía, mientras que Turquía perderá mucho”.

Después del fallido golpe de Estado ocurrido en Turquía el pasado 15 de julio, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha decretado el estado de emergencia y adoptado sucesivas medidas en represalia contra los que acusa de haber organizado o incentivado la asonada militar, particularmente contra periodistas, profesores, políticos de la oposición y miembros del poder judicial y de las Fuerzas Armadas.

Además, Turquía no pretende revisar la abolición de la pena de muerte —un castigo prohibido por los tratados europeos—, algo que, según Mogherini, es “una señal de que Turquía no quiere ser miembro de la familia europea”, pero de todos modos insistió en mantener contactos para resolver las diferencias.

 

Turquía es candidata al ingreso en la UE desde 1999, pero inició su proceso formal de incorporación en 2005, y busca adherirse antes de 2023, tal como afirmó el embajador turco ante la UE, Selim Yenel, ya que ese año “la República de Turquía cumplirá 100 años”.

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