Se realizó la sesión solemne en el Parlamento con adiós a Carme Forcadell e inicio de la duodécima legislatura, esta vez bajo el 155, con políticos en prisión y otros en Bruselas. Los lazos amarillos y los escaños vacíos han evidenciado en todo momento la anomalía del contexto político y así también lo ha recogido el duro discurso del presidente de la Mesa de Edad.
Roger Torrent se ha impuesto por mayoría simple al candidato de Ciutadans con los votos delegados de los políticos presos y sin los de Bruselas, que han renunciado finalmente a delegarlo. El júbilo se ha desfermado a las afueras de la hemiciclo con el discurso del presidente más joven de la historia de la Cámara, a favor del restablecimiento de las instituciones intervenidas.
La Mesa del Parlamento se ha constituido con 2 puestos para la Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), 2 para Junts per Catalunya, 2 para Ciutadans y 1 para el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC). Los independentistas han valorado la sesión como primer paso para restablecer a Carles Puigdemont en el cargo.
La oposición ha desconfiado de Torrent como presidente imparcial, que respete las leyes, y Ciutadans y el Partido Popular (PP), este último sin grupo propio, han rechazado la delegación de votos.
Con la legislatura ya iniciada, el presidente de la Cámara deberá reunirse con los grupos durante los próximos 10 días para proponer un candidato a la Presidencia de la Generalitat. Con toda probabilidad será Carles Puigdemont, aunque los independentistas aún no han aclarado cómo lograrán su investidura desde Bruselas. La oposición unionista ya ha avanzado que de producirse, solicitaría su impugnación.
Oriol Puig, Barcelona.
xsh/rba