España insiste en que el presidente catalán recapacite. El 15 de octubre de 1940, el entonces presidente de Cataluña, Lluís Companys, fue fusilado en Barcelona por el régimen franquista, por declarar a Cataluña independiente de España.
En 2017, Carles Puigdemont sigue el camino de Companys hacia la independencia de Cataluña y lo homenajea en su aniversario de muerte, afirmando que él seguirá luchando por la libertad de Cataluña.
Puigdemont aseguró que Companys murió por haber sido presidente catalán y haber buscado la legitimidad democrática y la dignidad de su pueblo. En respuesta, el Gobierno español le pide nuevamente que recapacite. Que se deje de palabrerías y se atenga a hechos que normalicen la situación del país.
No obstante, Puigdemont está bajo constante presión desde dentro de las filas independentistas. Sus socios de Gobierno, como el partido Candidatura de Unidad Popular (CUP), piden que no se eche atrás y declare la república de una vez por todas. La diputada Gabriela Serra ha llamado a un pleno del Parlamento catalán para que se declarare la independencia. “Nada que votar, nada que consultar, nada que dialogar”, ha dicho. La CUP ha amenazado con abandonar el Parlamento y dejar a la Generalitat en el aire si Puigdemont no hace lo que le dicen.
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