Un debate de hora y media entre Susana Díaz, Patxi López y Pedro Sánchez para liderar el dividido Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Sin embargo, más que presentar sus proyectos, el evento se convirtió en un cruce de acusaciones entre Díaz y Sánchez.
El exdiputado madrileño personalizó en Díaz la decisión del PSOE de abstenerse para dar el Gobierno al líder de los populares, Mariano Rajoy. Díaz, a su vez, acusó a Sánchez, también ex secretario general del partido, de fracturar la organización al no dimitir tras los dos peores resultados electorales de la historia. Consideró a Sánchez como un líder variable y aseguró que ya ha perdido la confianza de casi todo su Ejecutivo.
La presidenta de la Junta de Andalucía se comprometió, además, a dimitir si es elegida y no consigue que el partido socialista remonte sus resultados actuales.
Pedro Sánchez, por su parte, acusó a Díaz de actuar como su opositora pocos meses después de que ocupara el puesto de secretario general.
En medio de los dos, Patxi López intentó calmar a sus compañeros para que abandonen el enfrentamiento. El expresidente del Congreso llamó a la unidad, mientras reprochó a ambos su fijación por el pasado del partido.
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