Se han despertado la mayoría de facultades y centros universitarios catalanes. Entre un 70 y un 100 % en algunos casos, han apoyado la huelga de estudiantes para reclamar la rebaja del 30 % de las tasas universitarias, las más altas de España y entre las más caras de Europa.
El movimiento estudiantil ha exigido el cumplimiento de la moción aprobada en el Parlamento, impulsada por ellos mismos, que instaba a reducir los precios.
La manifestación por el centro de Barcelona ha clamado contra las privatizaciones en la educación, y ha exigido la equiparación de precios de grados y másteres. Por ahora, la media de un grado se sitúa en torno a unos 2000 euros.
La jornada de paro ha contado con el apoyo de las propias universidades, tanto de órganos de administración como de personal docente e investigador, que también ha denunciado la degradación de las condiciones de los profesores.
El Gobierno catalán defiende que estudiar en Cataluña sólo es caro para las rendas altas, algo que desmienten los sindicatos.
Por ahora, la Generalitat ha congelado los precios universitarios de los últimos cinco años y no tiene previsto cumplir con la resolución parlamentaria en los presupuestos que deben aprobarse definitivamente en las próximas semanas.
Oriol Puig, Barcelona.
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