Las entidades pro derechos humanos advierten de que, de realizarse esta operación, España sería cómplice de los crímenes de guerra que comete Arabia Saudí en Yemen.
Cinco corbetas del tipo Avante 2200 para la Marina Saudí. Eso, en el marco de un polémico contrato que la empresa española Navantia está a punto de cerrar con Riad. Los grupos defensores de derechos humanos advierten de la ilegalidad que supone la venta de estos buques de guerra.
Las cuatro oenegés, agrupadas en la campaña Armas Bajo Control, han solicitado al Gobierno español y al rey Felipe VI que frenen los planes de vender corbetas a Arabia Saudí. Argumentan que España podría convertirse en "cómplice de las atrocidades saudíes en Yemen, puesto que las corbetas podrían utilizarse para cometer crímenes de guerra".
En este mismo contexto, Amnistía Internacional (AI) ha puesto en marcha en su página web una campaña de recogida de firmas para exigir que se anule esta operación. La petición llega antes de la visita que el rey Felipe Sexto realizará entre el 14 y 16 de enero a Arabia Saudí, donde está previsto que se cierre el contrato.
Según AI, más de 7000 personas han muerto y otras 38.000 han sido heridas como resultado de la intervención militar saudí en Yemen, iniciada en marzo de 2015. Además, hay más de 21 millones de personas que necesitan ayuda humanitaria, y tres millones se han convertido en desplazados internos.
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