Túnez “ha sido víctima de la sangrienta competencia entre Al-Qaeda y Daesh (nombre en árabe del grupo terrorista EIIL) para ver quién comete el horror más inimaginable como el que hemos visto en el Museo del Bardo", ha dicho Margallo antes de asistir a una marcha institucional de homenaje a las víctimas del atentado con bomba contra el museo, ocurrido el pasado 18 de marzo.
Madrid ha enviado una delegación de máximo nivel a la marcha para “mostrar el apoyo de España en la lucha contra el extremismo”, ha explicado García-Margallo.
A la manifestación, convocada por el Gobierno tunecino, han asistido millares de personas y representantes de los principales partidos políticos del país árabe, con la única excepción del Frente Popular de Izquierdas, cuarta fuerza del Parlamento de Túnez.
El ministro español considera que el terrorismo takfirí es “un fenómeno internacional que se financia, recluta y mata en todo el mundo”, y ha apuntado a la propuesta de Madrid a la Organización de las Naciones Unidas, consistente en designar un enviado especial del secretario general para luchar contra el extremismo.
Además, el Gobierno español propone crear un mecanismo jurisdiccional específico para enjuiciar los delitos de terrorismo similares al del museo del Bardo, que causó la muerte a 25 personas, incluidos 21 turistas extranjeros, 1 agente de las fuerzas del orden, una empleada tunecina y los dos terroristas, además de infligir heridas a 45 personas.
A la manifestación, encabezada por el presidente tunecino, Beyi Caid Essebsi, se han sumado también importantes responsables políticos: el presidente Mahmud Abas, palestino, el francés François Hollande, el gabonés Ali Bongo, el polaco Bronislaw Komoroswki, y los primeros ministros, el argelino Abdelmalek Sellal y el italiano Matteo Renzi, entre otros.
La marcha se ha iniciado en la puerta monumental de Bab Saadun, en el casco antiguo de la ciudad y terminado en el museo, donde las autoridades han hecho una ofrenda floral, entre exclamaciones de “libertad para Túnez”.
El 18 de marzo, tres terroristas entraron en el aparcamiento del museo y dispararon contra un autobús lleno de turistas de habla hispana, tras lo cual se hicieron fuertes en el edificio y mataron a 15 personas más, antes de ser acribillados por la Policía Nacional tunecina. Uno de ellos huyó y sigue en busca y captura.
Túnez es lugar de origen de un gran número terroristas de Daesh, unos 3 000. Se cree que unos 500 han regresado a suelo tunecino, o bien se han instalado en la vecina Libia.
El atentado del 18 de marzo es el más grave perpetrado en el país norafricano desde que en 2002 estallara un camión cisterna bomba junto a la sinagoga de La Ghriba, en la isla de Yerba, cerca de la frontera meridional con Libia. La autoría fue reivindicada por un portavoz del líder de la banda terrorista takfirí Al-Qaeda, Osama bin Laden.
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