“Ni siquiera los eurodiputados tenemos casi acceso a la información”, protesta la joven dirigente política. “En el Parlamento Europeo hay una sala donde está parte de los documentos y ni siquiera todos tenemos acceso a esa sala, donde tampoco está permitido hacer fotocopias”.
“Estamos llegando al punto de que, aun en contra de la voluntad popular o de un gobierno de izquierdas, una multinacional pueda impedir que se revierta un servicio a lo público”, advierte Albiol en una entrevista publicada el viernes por el periódico electrónico El Diario.
Albiol da la voz de alarma sobre la posibilidad de que los dirigentes de Washington y Bruselas acuerden establecer controvertidos tribunales de arbitraje privados entre los Estados y las multinacionales.
Si eso ocurriera, “las multinacionales podrían denunciar cualquier tipo de legislación que entiendan que les perjudica”, prevé la eurodiputada de IU, que está efectuando una campaña por distintas ciudades españolas para concienciar a la población, combatiendo la ‘estrategia de ocultación’ que preside las negociaciones desde hace dos años.
“Ni siquiera los eurodiputados tenemos casi acceso a la información”, protesta la joven dirigente política. “En el Parlamento Europeo (PE) hay una sala donde está parte de los documentos y ni siquiera todos tenemos acceso a esa sala, donde tampoco está permitido hacer fotocopias”.
El secreto contrasta con la gran repercusión que tendría esta Asociación Transatlántica por el Comercio y la Inversión (ATCI, conocida por sus siglas inglesas, TTIP) en “los derechos laborales, sociales y medioambientales adquiridos a lo largo de los años”.
En esa negociación a espaldas de los pueblos europeos, denuncia Albiol, son cómplices los Gobiernos de los partidos conservadores, socialdemócratas y liberales, “absolutamente plegados a los intereses de las grandes multinacionales”, acusa.
En ese sentido, llama la atención sobre la oposición de cinco partidos españoles (Partido Popular, Partido Socialista Obrero Español, Unión Progreso y Democracia, Convergencia y Unión y Partido Nacionalista Vasco) a celebrar un referéndum en el que el pueblo español pueda decidir si quiere que el TTIP condicione toda su vida política y económica futura, como propuso IU.
También se ha distinguido por su oposición frontal al TTIP el joven partido líder en las encuestas de intención de voto pero que aún no dispone de representación parlamentaria nacional, Podemos. Su eurodiputada Lola Sánchez lo ha calificado de ‘golpe de estado encubierto de las grandes empresas’.
La oposición ha crecido de forma notable en los últimos meses, con grandes manifestaciones en Alemania, obligando a los dirigentes de Washington y Bruselas a iniciar una campaña de publicidad del tratado.
La probabilidad de que éste termine siendo aprobado sufrió un duro revés, además, con la victoria electoral en Grecia de la Coalición de Izquierda Radical (SYRIZA, por sus siglas en griego). El nuevo ministro adjunto griego para Reformas Administrativas, Georgios Katrugkalos, ha anunciado que su mayoría parlamentaria jamás lo aprobará.
mla/anz/mrk