El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjani, ha denunciado este viernes las presiones de la Administración estadounidense presidida por Donald Trump para inspeccionar las bases militares iraníes con el pretexto de verificar el cumplimiento del acuerdo nuclear suscrito entre Teherán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
“Esa actitud no constructiva del Gobierno de Trump y sus constantes excusas para esquivar responsabilidad ante el pacto nuclear, están dirigidas a socavar ese acuerdo internacional”, ha precisado el funcionario, asegurando que Washington se verá más aislado en el mundo por estas medidas, y se enfrentará a la “respuesta oportuna” de Teherán.
Ha subrayado que “la República Islámica no tiene actividades nucleares no declaradas en ninguna parte de sus áreas geográficas”, y que esto ha sido confirmado en múltiples informes de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), órgano encargado de supervisar el aspecto técnico de la implementación del acuerdo.
La embajadora de EE.UU. ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, viajó a finales de agosto a Viena (Suiza) para pedir que la AIEA presione a Irán para permitir inspecciones en sus emplazamientos militares, sugiriendo que en ellos se puede estar desarrollando actividad nuclear.
No obstante, la Agencia rechazó la solicitud estadounidense, precisando que Washington no había proporcionado indicaciones para justificar sus alegatos. Más tarde un funcionario del ente internacional aseguró a Reuters que la Agencia “no va a visitar un sitio militar (en Irán) para enviar una señal política”.
Esa actitud no constructiva del Gobierno de Trump y sus constantes excusas para esquivar responsabilidad ante el pacto nuclear, están dirigidas a socavar ese acuerdo internacional”, ha precisado el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjani.
Shamjani ha admitido que en los sitios militares iraníes “se están llevando a cabo investigaciones científicas sobre las armas convencionales, incluido el programa de misiles”, y subrayado que tales actividades buscan promover el “poder defensivo y disuasivo del país frente a las amenazas foráneas, las cuales continuarán con toda fuerza”.
“Es imposible para los extranjeros descubrir las capacidades de investigación y producción (del país) en el área de armas convencionales”, ha dicho el funcionario, asegurando que la República Islámica no asumirá ninguna obligación más allá de lo estipulado en el acuerdo nuclear.
Ha dejado en claro que “la cuestión del acceso a los sitios militares de Irán es un caso cerrado”, y que las recientes exigencias excesivas de EE.UU. son pura fanfarria mediática con el objetivo de promover “iranofobia” en el mundo.
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