• Momentos antes del lanzamiento del cohete portador del satélite Simorq (Fénix) al espacio, 27 de julio de 2017.
Publicada: jueves, 3 de agosto de 2017 6:45

Rusia descartó el miércoles que Irán violara el acuerdo nuclear al lanzar el portador del satélite Simorq (Fénix) al espacio.

El lanzamiento “no es una violación del acuerdo”, subrayó el representante permanente de Rusia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Vassily Nebenzia.

Para el diplomático ruso, el reciente lanzamiento por parte de Irán no se trata de una violación del pacto nuclear porque este asunto concierne a otros sectores que no están contemplados de forma explícita en el acuerdo.

Así, Nebenzia reaccionó a los movimientos realizados por los países occidentales contra el país persa, y en particular, a la carta antiiraní que estos remitieron la misma jornada del miércoles al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).

Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Alemania alegaron en su carta que el lanzamiento de la semana pasada por parte de Teherán fue un acto “amenazante y provocativo”, así como una violación de la resolución 2231 del CSNU.

 

Dicha resolución fue aprobada tras el acuerdo nuclear alcanzado en 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Rusia, China y Francia, más Alemania) sobre el programa de energía nuclear, también conocido como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés).

La resolución 2231 del CSNU reconoce el derecho de la República Islámica de Irán a enriquecer uranio y da luz verde al levantamiento de las sanciones antiiraníes, al mismo tiempo que prohíbe al país persa desarrollar misiles “diseñados para portar ojivas nucleares”.

La carta de las potencias occidentales al organismo internacional insiste en que “las tecnologías necesarias para el diseño, la fabricación y el lanzamiento de los aparatos espaciales están estrechamente relacionadas con las de los misiles balísticos, en particular con las de un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés)”.

Teherán ha asegurado en reiteradas ocasiones que su programa de misiles no representa amenaza alguna para otros países, ya que la doctrina defensiva de la República Islámica radica únicamente en la disuasión, además de que insiste en su derecho a desarrollar sus proyectos científicos.

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