“Se están celebrando negociaciones para vender el agua pesada (de Irán) a otros países”, ha subrayado este viernes el portavoz de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Behruz Kamalvandi, a los reporteros.
Asimismo, luego de afirmar que Teherán ha solicitado a Washington proporcionar garantías respecto a la compra del agua pesada, ha dicho que la parte estadounidense está ofreciendo tales garantías, y se está efectuando la venta.
“Este asunto es importante porque un país (EE.UU.) que intentó cerrar las facilidades del agua pesada de Irán, hoy ha aceptado la responsabilidad de comprarla. Se trata de un tema importante en términos políticos, técnicos, jurídicos e internacionales que no se debería pasar por alto”, ha destacado Kamalvandi.
Se están celebrando negociaciones para vender el agua pesada (de Irán) a otros países”, ha subrayado el portavoz de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Behruz Kamalvandi.

El pasado mes de abril, el Gobierno estadounidense completó un acuerdo de 8,6 millones de dólares para comprar 32 toneladas métricas de agua pesada de Irán. El pasado 25 de mayo, 251 legisladores estadounidenses votaron a favor de un proyecto de ley que prohibiría tales compras el próximo año. La medida todavía tiene que ser aprobada por el Senado de EE.UU.
En este contexto, ha declarado que algunos países, al parecer, tienen dudas para comprar el agua pesada del país persa, “pero cuando EE.UU. cumpla sus compromisos de comprar este material, serán eliminadas las dudas de otros Estados”, ha sostenido.
Por su parte, el jefe de la OEAI, Ali Akbar Salehi, anunció el 31 de mayo que los países europeos han expresado su disposición para comprar 20 toneladas del agua pesada de Irán, la misma cantidad que puede producir el país persa anualmente.
Según el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, en inglés) sobre el programa de energía nuclear iraní, sellado en julio de 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), las reservas de agua pesada iraní no deben superar las 130 toneladas, y “el país persa está obligado a ofrecer el excedente para la venta” en mercados internacionales, explicó Salehi.
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