A través de un comunicado, el Departamento de Negocios del Reino Unido ha anunciado que, según las investigaciones realizadas, el Gobierno no considera necesario aplicar las restricciones contra el régimen de Tel Aviv sobre la venta de armamento, informa el diario local The Independent.
Esto es una revisión excepcionalmente débil y simbólica, y no está claro por qué ha tardado casi un año en completarse”, ha criticado Andrew Smith, de la Campaña Contra el Comercio de Armas.
Según el rotativo, el ministro británico de Negocios, Sajid Javid, ha expresado que, tras casi un año de investigación, está convencido de que las licencias para la venta de una serie de materiales, incluidos componentes para radares militares y tanques, cumplen con los criterios de exportación del Reino Unido y no pueden ser utilizados para cometer graves violaciones de los derechos humanos.
Tras la ofensiva del régimen de Israel contra Gaza en 2014, el Gobierno británico presionado por la opinión publica aplicó restricciones a la venta de armas al régimen usurpador y anunció que investigaría 12 licencias de exportación de equipamientos militares supuestamente utilizados en el ataque.
Organizaciones británicas en contra de la guerra, agrega el diario, creen que, probablemente, los soldados del ejército israelí utilizaron 12 tipos de armas y municiones de fabricación británica durante la agresión militar contra Gaza.
Los activistas creen que la investigación del Gobierno no había podido determinar el alcance de la utilización de armamento británico en los conflictos más recientes y anteriores.
“Esto es una revisión excepcionalmente débil y simbólica, y no está claro por qué ha tardado casi un año en completarse”, ha criticado Andrew Smith, de la Campaña Contra el Comercio de Armas.
Entre el julio y agosto de 2014, el régimen israelí lanzó una campaña de ataques aéreos contra la Franja de Gaza. Al menos 2310 palestinos, en su mayoría civiles, murieron y unas 11 mil viviendas, mezquitas y hospitales fueron devastados.
Anteriormente, este diario había revelado que el Gobierno británico, durante la agresión, firmó un acuerdo de venta de armas con el régimen de Tel Aviv por valor de cuatro millones de libras.
Desde 2014, la revelación de la venta de las armas a los países violadores de los derechos humanos ha provocado la ira internacional.
Según el comité parlamentario británico de control de exportación de armas, el Gobierno de Londres, en 2013, expidió 400 licencias de exportación de armas destinadas al régimen israelí, por un valor de 8,2 mil millones de libras.
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