El grupo extremista EIIL (Daesh, en árabe) "reconoció la autoría del atentado en el estadio Manchester Arena", ha informado, a través de su cuenta oficial en la red social Twitter, el grupo de inteligencia SITE, que monitorea las páginas Web de los extremistas en Internet.
En su comunicado, el grupo terrorista ha amenazado, igualmente, con cometer nuevos ataques y ha afirmado que uno de sus "soldados" colocó "una bomba entre la muchedumbre" durante el concierto. Los partidarios de Daesh, nada más conocer el trágico suceso, se apresuraron a celebrar el mismo en las redes sociales.
La noche del lunes tuvo lugar una explosión en el estadio Manchester Arena, poco después de que terminara un concierto. Según la administración, la detonación se produjo fuera del recinto, cuando los espectadores estaban abandonando el espectáculo.
La agencia de propaganda de Daesh ha comunicado, asimismo, que hay un "equipo" de combatientes tras el atentado. En ese sentido, la policía ha realizado la primera detención sobre este caso, la de un hombre de 23 años en el sur de Manchester.
Daesh reconoció la autoría del atentado en el estadio Manchester Arena", ha informado, a través de su cuenta oficial en Twitter, el grupo de inteligencia SITE.
El autor del ataque, que dejó al menos 22 muertos, entre ellos dos chicas de 8 y 18 años, y 59 heridos —el más mortífero en suelo británico en doce años—, "deliberadamente apuntó a jóvenes inocentes e indefensos", conforme a lo sostenido por la primera ministra británica, Theresa May, quien, además, ha señalado que la policía y las fuerzas de seguridad creen conocer la identidad del atacante.
El alcalde de Londres (capital británica), Sadiq Khan, ha anunciado que se reforzará la seguridad en las calles de la capital. "Estoy en contacto constante con la Policía Metropolitana, que está revisando el dispositivo de seguridad en Londres. Los londinenses verán más policía en nuestras calles", ha comunicado.
El ataque de Manchester es el más grave en suelo británico desde julio de 2005, cuando una serie de atentados suicidas, reivindicados por un grupo que decía pertenecer a Al-Qaeda, dejó 52 muertos y 700 heridos en el metro y un autobús de Londres.
snr/anz/bhr/hnb
