En virtud de nueva medida restrictiva contra los musulmanes, los Gobiernos de Washington y Londres no autorizarán a los pasajeros a llevar en la cabina dispositivos electrónicos cuyo tamaño supere el de un celular, anunció el Ministerio británico de Transportes en un comunicado recogido el martes por los medios de comunicación.
La medida obliga a los pasajeros a facturar los aparatos electrónicos cuyo tamaño supere los 16 centímetros de alto, 9,3 de ancho y 1,4 de grosor en vuelos directos procedentes de Turquía, El Líbano, Jordania, Egipto, Túnez y Arabia Saudí.
La seguridad del público que viaja es nuestra más alta prioridad (…) Por eso sometemos nuestra seguridad aérea a una revisión constante y ponemos en marcha medidas que consideramos necesarias, efectivas y proporcionadas”, ha explicado un portavoz del Gobierno británico.
Esta prohibición, que entrará en vigor de inmediato, se impone en el marco de una estrategia adoptada por las autoridades estadounidenses contra las amenazas del “terrorismo aeronáutico mundial”.
En el caso estadounidense, las restricciones afectan a Kuwait, Marruecos, Catar y los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Anteriormente, en concreto el 27 de enero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, suspendió por decreto la llegada a suelo estadounidense de ciudadanos de siete países musulmanes: Siria, Yemen, Sudán, Somalia, Irak, Irán y Libia. En un nuevo decreto posterior, Irak se ha visto excluido de ese veto.
La nueva prohibición, que afecta a ocho compañías británicas y seis aerolíneas extranjeras, ha sido adoptada por el Gobierno británico después de una serie de reuniones sobre seguridad aérea a las que ha asistido la primera ministra, la última de las cuales tuvo lugar en la mañana del martes.
“La seguridad del público que viaja es nuestra máxima prioridad (…) Por eso sometemos nuestra seguridad aérea a una revisión constante y ponemos en marcha medidas que consideramos necesarias, efectivas y proporcionadas”, ha explicado un portavoz del Gobierno de londres, citado este miércoles por el diario español El País.
Canadá y Francia han afirmado que están contemplando poner en marcha restricciones semejantes. Alemania, Australia y Nueva Zelanda han anunciado por su parte que no tienen planes de este tipo.
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