“El Líbano no es ningún juguete en las manos de los demás”, así lo afirmó el máximo diplomático libanés, Gebran Bassil, en una rueda de prensa en Berlín (capital alemana) junto a su homólogo germano, Sigmar Gabriel.
El jefe de la Diplomacia libanesa llegó el jueves a Alemania como parte de una gira europea que lo llevó con anterioridad a Bélgica, Francia, Italia y el Reino Unido. Bassil ha tratado con los líderes europeos la situación que atraviesa El Líbano tras la extraña dimisión del premier libanés, Saad Hariri.
Hariri se encuentra en Riad, la capital saudí, desde que anunció por sorpresa su renuncia al cargo el pasado 4 de noviembre, sin aclarar los motivos de su estancia en Arabia Saudí, razón por la que las autoridades de Beirut acusan a los saudíes de haberlo retenido.
Bassil reiteró que “lo importante para nosotros es que Hariri vuelva a su país, con toda libertad y sin limitaciones” para seguir la senda del “diálogo interno” y “para que decida lo que considere mejor”.
El Líbano no es ningún juguete en las manos de los demás”, así lo afirmó el canciller libanés, Gebran Bassil.
El canciller libanés además, recalcó que su país debe ser reconocido por la comunidad internacional como “país libre y soberano que toma sus propias decisiones en el interés de su pueblo”, agregando que los recientes acontecimientos no responden al camino emprendido.
A su vez, el ministro alemán de Asuntos Exteriores reafirmó que Berlín comparte las preocupaciones sobre la amenaza de inestabilidad en la región, y sin mencionar directamente a Arabia Saudí, advirtió contra el “aventurismo” detrás de la crisis política en El Líbano y la “tragedia humana en Yemen”.
Las autoridades libanesas acusan a Riad de haber presionado a Hariri para que dimitiera y así desestabilizar El Líbano. Además denuncian que él y su familia siguen en el reino saudí en contra de su voluntad.
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