• Presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Publicada: lunes, 18 de mayo de 2015 16:01

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha prohibido este lunes proporcionar equipo militar a los departamentos de policía locales, tras los recientes enfrentamientos raciales registrados entre agentes y civiles en varias ciudades del país.

Obama prohíbe a la Policía el uso de equipamiento como los vehículos blindados oruga. Para otro tipo de aprovisionamiento, los departamentos de policía tendrán que justificar su propósito, según la Casa Blanca.

Según ha informado la Casa Blanca en un documento informativo divulgado hoy, Obama prohíbe a la Policía el uso de equipamiento como los vehículos blindados oruga. Para otro tipo de aprovisionamiento, los departamentos de policía tendrán que justificar su propósito.

Además, impone controles más estrictos sobre otras armas que ya han sido proporcionadas a varias agencias de seguridad.

El mandatario estadounidense anunciará los pasos a seguir durante su visita este lunes a Camden, en New Jersey, donde tiene previsto reforzar las relaciones entre las fuerzas del orden y la comunidad a la que sirve.

En 2014, Washington ya había sugerido que mantendría esos programas de entregas de armas militares sobrantes a la Policía.

Policía estadounidense

 

De acuerdo con la Agencia de logística del Pentágono, el Departamento de Defensa entregó en 2013 material militar valorado en 450 millones de dólares a las fuerzas policiales locales, desde binoculares de visión nocturna hasta vehículos blindados.

La medida viene después de que la Policía estadounidense recurriera a equipos militares, como vehículos blindados, armas de fuego de gran calibre y equipo de camuflaje para contener las protestas que tuvieron lugar en 2014 en Ferguson, estado de Misuri, después de la muerte de Michael Brown, un joven afroamericano desarmado a manos de un policía blanco.

En los últimos meses, la multiplicación de las muertes impunes de hombres negros a manos de policías blancos ha conmocionado y dividido a la sociedad de EE.UU., despertando una oleada de protestas en numerosas ciudades por todo el país.

Policías de Ferguson (en Misuri) frente a manifestantes tras la dimisión del jefe de Policía local. 12 de marzo de 2015

 

El pasado septiembre, el propio Obama reconoció el amplio racismo de las autoridades policiales y el sistema de justicia del país, admitiendo que la “lucha contra la discriminación racial aún no ha terminado”.

Ya en diciembre de 2014, ante la difusión de las protestas, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, reclamó a las autoridades estadounidenses que atiendan a las exigencias populares de responsabilidad por la letal brutalidad racista de la Policía de su país.

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