Esta semana, HispanTV ha preguntado a los usuarios de su página web su opinión respecto a la intención de EE.UU. para empeñarse en escalar las tensiones con China con nuevos desafíos al gigante asiático.
Para 44,4 % de los encuestados, Estados Unidos utiliza tales acciones para ocultar la intensa crisis política y económica que sufre este país.
Por otro lado, el 34,5 % de los participantes en el sondeo piensa que estas provocaciones estadounidenses contra China buscan desencadenar un nuevo conflicto.
Mientras tanto, el 21,1 % ha comentado que tales acciones de Washington buscan provocar una respuesta militar por parte de Pekín.
Al respecto, en una entrevista concedida este domingo a HispanTV, el analista internacional Marío Herrera ha señalado que lo primero que busca EE.UU. al provocar a Pekín es desestabilizar la región a la misma vez que intenta que no solamente China tenga una confrontación militar con Taiwán, sino también desestabilizar la economía del gigante asiático.
En este sentido, ha asegurado que la capacidad de China de seguir una economía estable está haciendo que EE.UU. tenga serias dudas a la hora de mantener su control hegemónico.
En este caso, ha agregado Herrera, no se trata solo de una guerra económica de desestabilización contra China, sino que es una guerra en la que EE.UU. intenta salvar su propia economía.
Las relaciones entre Pekín y Washington viven sus peores momentos, en particular después de la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi a Taiwán. En el marco de la misma discrepancia, el acercamiento y apoyo militar de Washington a Taipéi ha convertido el tema en un gran foco de tensión entre EE.UU. y China.
rth/rba