“La Casa Blanca está presionando a las agencias de Inteligencia para que divulguen que Irán es el culpable de los ataques contra Arabia Saudí”, ha publicado este miércoles un artículo de la revista estadounidense Foreign Policy (FP).
Así, el informe se refiere al ataque con un misil que realizaron a principios de noviembre el Ejército y el movimiento popular yemení Ansarolá contra el Aeropuerto Internacional de Riad (capital saudí).
Las autoridades saudíes han sido muy rápidas a la hora de culpar a la República Islámica de Irán del ataque, pese a que tanto el Ejército yemení como Ansarolá aseguraron que este se trataba de una respuesta a la agresión que lidera Riad contra los yemeníes.
La Casa Blanca está presionando a las agencias de Inteligencia para que divulguen que Irán es el culpable de los ataques contra Arabia Saudí”, asegura un artículo de la revista estadounidense Foreign Policy (FP).
Según este artículo, la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, está presionando a los servicios de Inteligencia de Estados Unidos para que estos revelen el papel de la República Islámica de Irán en este ataque.
A juicio de los autores de este informe, la nueva estrategia de la Casa Blanca forma parte de la campaña mediática de Washington para promover la iranofobia y convencer a los aliados de EE.UU. de que Teherán es el culpable de la guerra en Yemen.
Estos intentos se producen mientras Arabia Saudí, recuerda el artículo, es criticada, como nunca lo ha sido antes, por su agresión contra Yemen y el bloqueo que ha impuesto a este país, el más pobre del mundo árabe, agravando la situación humanitaria que se vive en el mismo.
De acuerdo con Foreign Policy, algunos críticos estadounidenses creen que el nuevo esfuerzo de la Casa Blanca está en línea con los planes de Washington para desviar la atención de la opinión pública de la indignación que sienten los congresistas estadounidenses y la comunidad internacional acerca de las medidas de los Al Saud —familia que rige Arabia Saudí—.
Arabia Saudí, junto a sus aliados regionales, formó en marzo de 2015 una coalición militar y atacó Yemen con el fin de materializar sus propios propósitos en el país vecino, y restaurar en el poder al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, un fiel aliado.
Transcurridos casi tres años de esta brutal campaña militar, Yemen está batiendo récords en muchos aspectos, todos catastróficos: peor hambruna en décadas y brote sin precedentes del cólera. Además, esta aventura militar ha dejado más de 33.395 muertos y heridos, conforme a las cifras proporcionadas por un centro pro derechos humanos.
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