El elemento clave de la operación, según publicó el miércoles el canal de televisión local NBC News, sería un ataque aéreo efectuado por los aviones estratégicos B-1B desplegados en la base aérea de Andersen, situada en la isla de Guam, en el océano Pacífico.
Dos altos mandos militares y dos oficiales retirados de alto rango citados por el canal confirman que los aparatos mencionados han llevado a cabo desde el pasado mayo 11 simulacros de combate, teniendo lugar el último a principios de esta semana.
“En una misión real, los B-1B Lancer llevarían bombas convencionales, irían escoltados por cazas, aviones de repostaje en vuelo y guerra electrónica y contarían con el apoyo de drones y satélites”, explica el medio.
En una misión real, los B-1B Lancer llevarían bombas convencionales, irían escoltados por cazas, aviones de repostaje en vuelo y guerra electrónica y contarían con el apoyo de drones y satélites”, informa el canal de televisión estadounidense NBC News.
El almirante retirado James Stavridis, ex comandante supremo de las fuerzas aliadas en Europa y actualmente analista de NBC News, señaló que este plan es una de las dos o las tres opciones militares con las que cuenta el presidente de EE.UU., Donald Trump, para “al menos evitar una escalada de tensiones”.
El canal estima que la operación tendría como objetivo una veintena de sitios de lanzamiento de misiles, polígonos de pruebas e instalaciones auxiliares norcoreanos.
Pyongyang denunció el pasado martes que dos bombarderos supersónicos B-1B Lancer de EE.UU. habían llevado a cabo “un simulacro de lanzamiento de bomba nuclear contra objetos importantes” en su territorio, en un momento en que la Administración estadounidense y “otros funcionarios belicistas norteamericanos claman por hacer un ataque nuclear preventivo” contra Corea del Norte.
Las tensiones entre Washington y Pyongyang han llegado a un nivel sin precedentes en la historia. Corea del Norte amenazó el martes con atacar las bases de EE.UU. en la isla de Guam, horas después de que Trump elevara el tono de sus advertencias al Gobierno norcoreano y de que el Departamento de Defensa del país norteamericano (Pentágono) enviara de nuevo bombarderos B-1B a la península de Corea.
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