“Arabia Saudí es nuestro enemigo interno permanente”, afirma el rotativo estadounidense New York Post en un artículo publicado el domingo, en el que argumenta que Arabia Saudí envenena a “los musulmanes estadounidenses con su culto wahabí” y no les permite que se integren en la sociedad norteamericana.
De acuerdo con la nota, pese a que Irán es el “enemigo externo” de EE.UU. del momento, los saudíes son “los carceleros espirituales de cientos de millones de musulmanes” que propongan la cultura de la intolerancia y la barbarie en la comunidad musulmana.
Arabia Saudí es nuestro enemigo interno permanente”, indica New York Post en un artículo.
La nota destaca que la familia real saudí promueve el culto wahabí mediante la construcción de cientos de centros y escuelas, que propagan el odio.
El artículo apostilla, que según estimaciones, los saudíes financian hasta el 80 % de las mezquitas estadounidenses, al tiempo que cuestiona a las autoridades por dejar que los saudíes ejerzan control sobre las comunidades musulmanas de EE.UU.
“El dinero saudí incluso compra nuestro silencio sobre el terrorismo”, subraya, mientras condena la complicidad de los altos cargos saudíes en los atentados del 11 de septiembre y su implicación en las actividades terroristas en el Oriente Medio.
El rey y sus miles de príncipes dieron dinero a los terroristas y los empujaron fuera del reino. Osama bin Laden era sólo uno de los miles de extremistas. Los perpetradores de los atentados del 11 de septiembre de 2001 fueron saudíes. Las raíces de los movimientos extremistas que desgarran el Oriente Medio se desprenden del wahabismo, denuncia.
Critica que incluso a sabiendas de la implicación de Riad en los ataques de 2001, los saudíes siguen siendo "amigos" de EE.UU.
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