“El despliegue en el Oriente Medio no es inminente, está planeado para dentro de unos años”, anunció a los periodistas el viernes el jefe saliente del Comando de Combate Aéreo estadounidense, el general Herbert ‘Hawk’ Carlisle.
Detalló, asimismo, que, antes de desplegarlos en el Oriente Medio, la Fuerza Aérea de EE.UU. pretendía enviar en los próximos meses destacamentos del F-35s a Europa y a la zona Asia-Pacífico.
El despliegue en el Oriente Medio no es inminente, está planeado para dentro de unos años”, anunció el jefe saliente del Comando de Combate Aéreo estadounidense, el general Herbert ‘Hawk’ Carlisle.
El general Carlisle explicó que los F-35 estadounidenses podrían llevar a cabo ataques en Irak y Siria, precisando que estos aparatos podrían disminuir el riesgo de colisiones con los aviones de Rusia que operan en Siria y detectar también amenazas superficie-aire.
En cuanto a las capacidades de este tipo de aviones de combate, actualmente en fase de desarrollo, señala que el F-35 puede ser invisible y realizar ataques electrónicos, entre otros.
El F-35 sería el segundo caza furtivo enviado a la llamada lucha contra Daesh. El F-22 ha realizado despliegues periódicos en el Oriente Medio para llevar a cabo ataques contra la citada banda takfirí, recordó Carlisle.
Los ataques aéreos de EE.UU. en Irak y Siria se llevan a cabo en el marco de la llamada coalición anti-EIIL, que lidera Washington. Estos bombardeos dejan de vez habitualmente bajas civiles, a las que EE.UU. califica de “errores”.
El Gobierno de Damasco se opone a estos ataques aéreos porque, entre otros motivos, no han sido coordinados con el Gobierno sirio y, dado que el Ejército de este país, con el apoyo aéreo de Rusia, lucha contra los grupos terroristas en el país árabe, existe la posibilidad de que unos se inmiscuyan en las misiones de los otros.
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