Así lo revela un informe publicado el sábado en el diario estadounidense The Washington Post que también indica que del número total de los muertos, 238 han sido blancos (47 por ciento) y 123, negros (24 por ciento).
El reporte, de igual manera, da a conocer que 79 de los fallecidos (16 por ciento) son hispanos, 23 de otras razas y procedencias (5 por ciento) y 46 aún sin determinar (9 por ciento).
Además, el 40 por ciento de los fallecidos tenían edades comprendidas entre 30 y 44, mientras que el resto entre 18 y 29 años, señala el informe según el cual de la cifra total de muertos 484 eran hombres y 25 mujeres.
A pesar de los datos sobre el sexo, la raza, la edad, el estado mental y físico, el diario revela unos detalles acerca de los estados donde tuvieron lugar los sucesos, las armas con las cuales fueron matadas las víctimas y sobre si se ha identificado el oficial asesino o no.
El estudio incluye los datos primarios de cada una de las referidas víctimas y los detalles de los incidentes en los que perdieron la vida como consecuencia de la redada policial que sufre el pueblo estadounidense.
Los tres casos más recientes de los incidentes de este tipo pertenecen a Alva Braziel (Texas), Philando Castile (Minnesota) y Alton Sterling (Luisiana), los tres afroamericanos, hechos que han provocado las críticas de los grupos defensores de los derechos de la comunidad afroamericana y ha suscitado diversas manifestaciones, entre ellas la más reciente, la organizada el pasado jueves, durante la cual, al menos cinco efectivos policiales fueron tiroteados.
Asimismo, un estudio publicado por el periódico británico The Guardian a principios de junio indicaba que la Policía norteamericana mata el doble de ciudadanos negros desarmados, en comparación con personas de raza blanca.
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