El proyecto, aprobado por el Senado en noviembre, ha recibido el voto a favor de todos los 422 miembros presentes en la votación, y espera su aprobación final por el presidente estadounidense, Barack Obama.
De hecho, un alto funcionario del Gobierno estadounidense ha asegurado que el mandatario firmará la legislación, elaborada por la Casa Blanca y el Congreso “para intensificar la presión” sobre Hezbolá.
Otro punto del proyecto establece sanciones contra la cadena de televisión libanesa Al-Manar a fin de impedir su emisión por operadores de satélites de comunicaciones.
También obliga a la Casa Blanca a presentar informes al Congreso del país sobre las operaciones de Hezbolá.

El pasado 17 de noviembre, el Senado de Estados Unidos aprobó este proyecto de ley, propuesto por los senadores Marco Rubio y Jeanne Shaheen, que recibió fuertes reacciones de los líderes de Hezbolá.
El mes de julio, el Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció sanciones contra tres altos responsables militares de Hezbolá por su “papel clave” en los avances del Ejército sirio.
En respuesta, el secretario general de Hezbolá, Seyed Hasan Nasrolá, restó importancia a estos embargos, asegurando que la Resistencia libanesa continuará su lucha contra los grupos takfiríes y la ocupación israelí.
El movimiento libanés se fundó en 1985, tras la invasión y ocupación del régimen israelí del sur de El Líbano.
Desde entonces, Hezbolá siempre ha desempeñado un rol relevante en la región al fortalecer su poderío tanto militar como diplomático, además de marcar significativos avances en su lucha antiterrorista en la región de Oriente Medio. Este movimiento fue un elemento vital en el fracaso de varios de los ataques del régimen de Tel Aviv contra su vecino libanés, en particular durante el año 2000.
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