• Un jardinero prepara un jardín floral de temática G20 en la ciudad china de Hangzhou, donde se celebrará la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de los 20 países más ricos del mundo.
Publicada: jueves, 1 de septiembre de 2016 9:30

Los países del G20 se reúnen en China a fin de reactivar la economía mundial, muy débil actualmente, para que sea innovadora, interconectada e inclusiva.

La ciudad china de Hangzhou será anfitriona de los 20 países más ricos del mundo, las cuales asistirán a la cumbre de jefes de Estado y de gobierno que tendrá lugar entre el 4 y 5 de septiembre a fin de debatir como transformar la economía mundial para que sea más “innovadora, vigorosa, interconectada e inclusiva”, según el programa oficial.

El contexto económico mundial sigue siendo sombrío y tras el Brexit en el Reino Unido, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó sus previsiones de crecimiento para 2016 y 2017 hasta 3.1 % y 3.4 %.

No hay intereses comunes entre las principales economías mundiales. Se nota que hay poca urgencia en tomar grandes iniciativas políticas en Hangzhou”, asegura a la agencia AFP, el profesor de economía de la Peking University HSBC Business School, Christopher Balding.

“No hay intereses comunes entre las principales economías mundiales. Se nota que hay poca urgencia en tomar grandes iniciativas políticas en Hangzhou”, asegura a la agencia AFP, el profesor de economía de la Peking University HSBC Business School, Christopher Balding.

Además, dijo que la preocupación por la depreciación del yuan [la moneda china] y por el crecimiento han disminuido, por que la economía China se ha estabilizado y las turbulencias del Brexit son por el momento limitadas.

 

El G20 reúne a las principales economías mundiales de los países desarrollados y emergentes que en conjunto sus países representan el 85 % del producto interior bruto (PIB) mundial así como dos tercios de la población del planeta.

En 2014, en la cumbre de Australia, los líderes del G20 habían prometido aumentar en 2.1 % el crecimiento del PIB hasta 2018, pero desde entonces el entorno se ha degradado.

En 2015, el porcentaje de cumplimiento de las promesas del G20 cayó un 63 %, según datos de la Universidad de Toronto, que lo atribuye a la falta de reformas estructurales.

La diferencia entre las situaciones económicas de cada país complican mucho la toma de decisiones conjuntas.

Estados Unidos está estudiando un aumento de tipos de interés y Japón sigue su política de expansión monetaria.

Además, China sigue generando desconfianza por la devaluación de su moneda, la explosión de su deuda y su exceso de capacidad en la producción, en especial del acero, una cuestión que se tratará al margen de la cumbre.

También, los tres países latinoamericanos del G20 llegan con intereses distintos al foro.

Brasil está inmerso en su peor recesión en casi un siglo y vive una profunda crisis política por la destitución de la expresidenta Dilma Rousseff.

En Argentina, el gobierno de Mauricio Macri intenta desplegar un amplio programa de reformas que suscita protestas populares mientras que en México el endeudamiento público y las dificultades del sector petrolero han encendido algunas alarmas.

krd/rha/msf