Una familia de la minoría religiosa bahaí dirigía la red delincuencial, la cual con sus prácticas ilegales había provocado una escasez en algunos fármacos vitales para los pacientes y participado en la interrupción del mercado de medicinas, según ha informado este domingo el Ministerio de Inteligencia iraní en un comunicado.
Esta familia, agrega la nota, que era propietaria de “20 farmacias y 3 empresas de cosméticos y numerosos almacenes no autorizados, cometió muchos delitos e infracciones como el contrabando y acaparamiento de medicamentos, fraude en la importación y exportación de medicinas, lavado de dinero utilizando métodos muy complicados y de múltiples capas, así como evasión de impuestos”.
“La colusión con unos médicos infractores para recetar medicamentos deseados por ellos o medicamentos que son más de lo que los pacientes necesitaban, o para exigir al paciente que compre medicinas en farmacias específicas, fueron otro tipo de acciones ilegales que cometieron los acusados”, reza el texto, agregando que pagaban enormes sumas de dinero mensuales a los médicos infractores.
Las investigaciones llevaron a la identificación de 20 almacenes ocultos perteneciente a esta familia, en los que guardaba medicinas de contrabando y acaparados y otros productos cosméticos.
Al menos nueve de los cabecillas de la banda han sido detenidos por orden judicial y se han confiscado 40 farmacias y almacenes infractores.
Según informó la Cartera de Inteligencia, esta red traficante y otros elementos infractores, estaban vinculados al exterior y buscaban provocar una interrupción en el mercado de medicinas.
Estos actos de sabotaje sumados a las sanciones ilegales impuestas por Estados Unidos a Irán provocaron una verdadera crisis de salud en Irán durante la pandemia de la COVID-19. Muchos pacientes con enfermedades raras perdieron la vida en Irán en los últimos años por falta de medicamentos como resultado de los embargos.
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