• Cuba acusa a EEUU del ‘deterioro’ de los nexos bilaterales
Publicada: martes, 3 de octubre de 2017 22:37
Actualizada: miércoles, 4 de octubre de 2017 3:43

Cuba responsabiliza a EE.UU. del ‘deterioro’ de las relaciones bilaterales, en reacción a la expulsión de 15 diplomáticos cubanos de Washington.

“El Gobierno de los Estados Unidos, con estas acciones políticamente motivadas e irreflexivas, es el responsable del deterioro presente y probablemente futuro de las relaciones bilaterales”, ha declarado este martes el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, en una rueda de prensa en La Habana, capital de Cuba.

Estados Unidos ha ordenado este mismo martes la salida de 15 funcionarios de la embajada cubana en Washington, en respuesta a los supuestos “ataques acústicos” que han sufrido al menos 22 de los diplomáticos estadounidenses en Cuba.

La Cancillería cubana, por su parte, “denuncia esta decisión infundada e inaceptable, así como el pretexto utilizado para justificarla al afirmarse que el Gobierno de Cuba no adoptó todas las medidas adecuadas para prevenir los ataques”, explica el canciller de Cuba.

E insta a las autoridades de EE.UU. a “no continuar politizando este asunto”, ya que puede “provocar una escalada indeseada” y “enrarecer” las relaciones bilaterales, ya de por sí frías desde que el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunciara en junio un giro político respecto a Cuba y cancelara “todo el acuerdo bilateral” de su antecesor Barack Obama con este país.

De acuerdo con Rodríguez, EE.UU. respondió de manera precipitada e inapropiada sin terminar la investigación y pese a carecer de evidencias concluyentes sobre los supuestos “ataques acústicos” en La Habana.

El Gobierno de los Estados Unidos, con estas acciones políticamente motivadas e irreflexivas, es el responsable del deterioro presente y probablemente futuro de las relaciones bilaterales”, ha declarado el canciller cubano, Bruno Rodríguez.

Además, el canciller cubano hace hincapié en que los resultados preliminares de las investigaciones, la información disponible y datos proporcionados por Estados Unidos, demuestran que “no existen evidencias de la ocurrencia de los alegados incidentes, ni de las causas y el origen de las afecciones de salud notificadas por los diplomáticos estadounidenses y sus familiares”.

Insiste, igualmente, en la necesidad de que se le dé al país un “tiempo real” si se producen nuevos incidentes para poder actuar de forma oportuna, pues Cuba, nada más ser informada de los hechos, reforzó medidas de protección de los diplomáticos estadounidenses, sus familiares y sus residencias.

Se habilitaron canales de comunicación entre la embajada de EE.UU. en La Habana y el Departamento de Seguridad Diplomática y se creó un comité de expertos para el análisis integral de los hechos, integrado por autoridades policiales, médicos y científicos.

A modo de colofón, el canciller cubano señala de nuevo la disposición de Cuba para una “cooperación seria y objetiva” entre las autoridades de ambos países con el fin de esclarecer los hechos, “para lo cual será esencial la colaboración más eficiente de las agencias competentes de Estados Unidos”.

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