El 'Ulchi Freedom Guardian', (UFG), asistido por ordenador, durará hasta el 28 de agosto, donde movilizará a unos 50.000 militares de Corea del Sur y cerca de 30.000 soldados estadounidenses, un volumen similar al ejercicio del año pasado, según informó la agencia de noticias surcoreana, Yunhap.
Aunque el ejercicio se lleva a cabo anualmente alrededor del mes de agosto, se presta más atención a las maniobras de este año, ya que éstas se realizan poco después de la última advertencia norcoreana.
Corea de Norte lleva varios días avisando a los participantes de estas maniobras militares de que se abstengan a realizarlo llegando incluso a anunciar ataques en contra de Washington y Seúl con armas de ‘ultra-precisión’.
Por esta razón, Pyongyang ha enterrado minas terrestres, en la parte sur de la Zona Desmilitarizada (DMZ, según sus siglas en inglés).
El comienzo de estos ejercicios, podría demostrar la firme voluntad de Seúl y Washington para provocar aun más a Corea de Norte e intensificar las tensiones militares entre ambas Coreas.

El sábado, Corea del Norte amenazó con llevar a cabo "ataques indiscriminados" sobre Corea del Sur a menos que ésta detenga la emisión de la propaganda antinorcoreana a través de la frontera.
Corea del Sur reanudó, el 10 de agosto, una retransmisión de propaganda antinorcoreana, por medio de altavoces, en el área fronteriza occidental, como represalia por la detonación, el 4 de agosto, de tres minas terrestres norcoreanas en la parte sur de la DMZ, cerca de Paju, en la provincia de Gyeonggi, que amputó las piernas de dos sargentos segundos surcoreanos cuando realizaban una misión de patrulla.
Estos ejercicios militares son asistidos por una aplicación informatizada, la más grande del mundo, de mando y control, se iniciaron en 1976 bajo el nombre anterior Ulchi Focus Lens.
Por su parte, Pyongyang ha criticado en repetidas ocasiones las maniobras cerca de sus aguas territoriales y tacha dichas prácticas de "aventurismo" y una muestra de la política hostil de Washington contra el pueblo norcoreano.
Bajo el pretexto de las pruebas nucleares que realiza Corea del Norte, Estados Unidos mantiene permanentemente desplegados en Corea del Sur cerca de 30.000 militares y, en caso de un conflicto con su vecino norteño, asumiría el mando de una fuerza conjunta.
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