• Un bombardero estadounidense B-1B Lancer despega de la base aérea Anderson en la isla de Guam, 16 de octubre de 2017.
Publicada: sábado, 21 de octubre de 2017 16:30
Actualizada: sábado, 21 de octubre de 2017 18:46

En medio de la escalada de tensiones en la península coreana, dos bombarderos estratégicos B-1B de EE.UU. sobrevuelan Seúl, la capital de Corea del Sur.

De hecho, los bombarderos supersónicos de largo alcance han volado este sábado durante ocho minutos sobre la base aérea de Seúl como parte de la exhibición aérea, oficialmente llamada Exposición Internacional del Aeroespacio y la Defensa (ADEX) 2017, según informa la agencia local Yonhap.

El primer avión furtivo B-1B Lancer ha aparecido en el cielo de la referida base aérea escoltado por dos aviones de combate surcoreanos F-15K, y ha volado a solo 450-500 metros de altura antes de dirigirse al oeste. El segundo avión ha volado aun más bajo, a solo 150-200 metros del suelo.

“Sus altitudes eran tan bajas que se veían bien desde las gradas, y no solo se escuchaba el ruido, sino que incluso se sentía una pequeña vibración cuando los espectadores los miraban boquiabiertos”, ha informado un funcionario del Ministerio de Defensa de Corea del Sur.

Sus altitudes (las de los bombarderos de EE.UU.) eran tan bajas que se veían bien desde las gradas, y no solo se escuchaba el ruido, sino que incluso se sentía una pequeña vibración cuando los espectadores los miraban boquiabiertos”, ha afirmado un funcionario del Ministerio de Defensa de Corea del Sur.

 

Los bombarderos despegaron de la base aérea estadounidense Anderson en la isla de Guam antes de entrar en el espacio aéreo de Corea del Sur. De acuerdo con las fuentes citadas por Yonhap, los bombarderos estadounidenses y los cazas F-15K surcoreanos han realizado maniobras simuladas con misiles aire-tierra.

Pyongyang, por su parte, ha advertido en reiteradas ocasiones de las consecuencias de la presencia militar de Estados Unidos en la península coreana y de los juegos de guerra conjuntos entre Seúl y Washington, que, de hecho, justifican sus necesidades de defensa.

Corea del Norte insiste en que su escalada militar es una respuesta a las amenazas militares de Washington y de sus aliados. El primero, según los analistas, pretende provocar un cambio de Gobierno en el país asiático, una vez sorteado el peligro que suponen sus armas nucleares. De ahí que Pyongyang advirtiera el mismo jueves de que podría llevar a cabo un ataque ‘inimaginable’ contra Estados Unidos.

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