En una entrevista concedida el domingo a la cadena estadounidense ABC News, Chung-in Moon, el embajador de Asuntos de Seguridad Internacional en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, criticó a la Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, por la falta de claridad en su política sobre Corea del Norte subrayando que la Casa Blanca está enviando “señales contradictorias” acerca del referido tema.
Al respecto, el alto cargo surcoreano recordó que Trump amenazó el 8 de agosto de desencadenar “fuego y furia” contra Pyongyang 24 horas después de que su homólogo surcoreano, Moon Jae-in, le pidiera en una conversación telefónica que bajara su retórica ante el país asiático, mientras lamentó que “esto ha provocado cierta preocupación en la Administración de Moon”.
“Estamos muy confundidos. Creemos que el Gobierno estadounidense ha pasado de la paciencia estratégica de la Administración de (el expresidente Barack) Obama a una confusión estratégica”, señaló.
El magnate republicano no se detuvo allí, continuó Chung, y volvió a elevar su tono belicista advirtiendo al líder norcoreano de que “sus planes militares contra Corea del Norte están a punto y listos para entrar en acción”.
“Esto es muy inusual. No esperamos que el presidente de Estados Unidos exprese tal declaración”, aseveró el diplomático, mientras urgió a la Casa Blanca que encuentre la habilidad diplomática para lidiar con la crisis actual en la península coreana.
Estamos muy confundidos. Creemos que el Gobierno estadounidense ha pasado de la paciencia estratégica de la Administración (del expresidente Barack) Obama a una confusión estratégica”, declara Chung-in Moon, embajador de Asuntos de Seguridad Internacional en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur.
El magnate neoyorquino ha sido censurado por altas figuras del Congreso de EE.UU. por su retórica incendiaria hacia Pyongyang, quienes han alertado de las consecuencias catastróficas de tales declaraciones.
Las tensiones entre Washington y Pyongyang han llegado a un nivel sin precedentes. Pyongyang, inquieto por los actos hostiles de la Casa Blanca en su contra, entre ellos los simulacros de EE.UU. y Corea del Sur cerca de su territorio, ha prometido seguir desarrollando su programa de misiles y afirma que no le pondrá fin hasta que su enemigo cese sus animosidades.
fmk/rha/tas