• Fuerzas surcoreanas desplegadas cerca de la zona fronteriza desmilitarizada.
Publicada: jueves, 25 de mayo de 2017 23:00
Actualizada: jueves, 25 de mayo de 2017 23:37

Corea del Norte acusa a Corea del Sur de disparar 450 rondas de ametralladora a una bandada de pájaros que sobrevolaban la zona fronteriza desmilitarizada.

Los disparos del Sur fueron una “provocación militar temeraria” dirigida a instigar hostilidad hacia Pyongyang y mantener la confrontación en la península coreana, ha señalado hoy jueves el Estado Mayor norcoreano en un comunicado publicado por los medios estatales.

Además, fue una “medida provisional” para comprobar el estado del Ejército rival “ante el rápido desarrollo de la tecnología nuclear y misiles” de Corea del Norte, afirma el Estado Mayor.

Pyongyang, añade el comunicado a continuación, observará de cerca cómo se desarrolla la “histeria de la confrontación” de su vecino del sur. 

A su vez, Seúl ha informado de un número no especificado de disparos de advertencia efectuados el martes por sus fuerzas militares tras detectar un objeto volador cruzando la frontera. Más tarde ha explicado que probablemente se trató de un globo propagandístico, ya que en la frontera se han encontrado panfletos norcoreanos. 

La zona fronteriza desmilitarizada es una franja de tierra fuertemente minada y equipada con fuerzas militares de una longitud de más de 257 kilómetros. Ambas partes suelen intercambiar disparos y se acusan mutuamente de comenzar la provocación.

Las tensiones entre ambos países ya estaban inflamadas antes de la sexta prueba nuclear de Pyongyang. El intento del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, de fortalecer la capacidad misilística y nuclear del país se ha convertido en un desafío “vital” para Seúl.

En el Sur, el nuevo presidente Moon Jae-in está intentando llevar a los norcoreanos a la mesa de negociaciones “para advertirlos de las posibles medidas si no se llega a una solución”, ha dicho Choi Jong-kun, asesor de política exterior de Moon.

Choi también ha sostenido que la nueva Administración surcoreana cooperará estrechamente con el Gobierno de Donald Trump para instar a Pyongyang a no echar leña al fuego de la tensiones probando nuevos misiles.

Las autoridades norcoreanas precisan que el reforzamiento del poderío misilístico del país tiene objetivos “disuasivos” y que no abandonarán sus programas militares hasta que los aliados de Seúl, entre ellos Washington, no ponga fin a su “hostilidad”.

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