“Espero con mucha impaciencia entrevistarme con el presidente (chino) Xi [Jinping], que acaba de obtener una gran victoria política”, ha tuiteado este miércoles Trump antes de llegar a Pekín (capital china), refiriéndose así al nuevo mandato de cinco años obtenido por Xi en el reciente congreso del Partido Comunista de China (PCCh).
“Lo elogia para preparar el terreno y ponerle de buen humor porque tiene cosas desagradables para decirle”, ha opinado el sinólogo Jean-Pierre Cabestan, de la Universidad Bautista de Hong Kong, sobre el tuit del inquilino de la Casa Blanca, y la posibilidad de que ambos líderes tendrían una difícil discusión sobre Pyongyang.
Trump ve en Pekín, en concreto en Xi, una solución para la amenaza que está lanzando Pyongyang contra los aliados de Estados Unidos en la región y también en su contra; de ahí que ahora Corea del Norte, ya una nación nuclear, es capaz de golpear los intereses de EE.UU. en la zona o más allá, en el territorio continental de EE.UU.
Lo elogia para preparar el terreno y ponerle de buen humor porque tiene cosas desagradables para decirle”, ha opinado el sinólogo Jean-Pierre Cabestan, de la Universidad Bautista de Hong Kong, sobre el tuit de Donald Trump antes de reunirse con su par chino, Xi Jinping.
Aunque el tema principal de la primera visita oficial de Trump a Pekín, que durará menos de 48 horas, rondará en las tensiones en la península coreana, los dos mandatarios abordarán otros asuntos como las relaciones bilaterales y comerciales.
Sin embargo, todas estas negociaciones serán tensas, según analistas, ya que Trump nunca ha dudado en atacar verbalmente al Gobierno chino y al propio Xi por sus posturas y medidas sobre diferentes cuestiones mundiales.
Hace justo un año, el presidente estadounidense había criticado fuertemente a Pekín durante su campaña electoral, acusándolo de haber “robado” millones de empleos a Estados Unidos. Tras su elección, muchos expertos advirtieron del lanzamiento de una inminente “guerra comercial” por parte de Trump en el mundo y que la más sangrienta de esta guerra será entre Washington y Pekín.
De todos modos, en el primer día del viaje de Trump al gigante asiático, empresas chinas y estadounidenses han firmado este miércoles una veintena de acuerdos comerciales por valor de 9000 millones de dólares.
Dichos tratados han sido calificados por el viceprimer ministro chino Wang Yang como “calentamiento” antes de la cumbre sino-estadounidense del jueves, en la que Trump y Xi presidirán la firma de contratos en sectores del gas o de la soja.
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