“Si nos desviamos o abandonamos el marxismo, nuestro Partido perderá su alma y dirección”, así defendió el también secretario general del PCCH el marxismo como la ideología idónea para su formación política, según informó la agencia local Xinhua.
Durante un encuentro mantenido el viernes con los miembros del Buró Político del Comité Central de su partido, Xi llamó a mantener una “determinación inquebrantable” para que el marxismo siga desempeñando el “papel guía” y prohibió “vacilar” en ningún momento ni bajo ninguna circunstancia.
Sus palabras se emitieron a menos de tres semanas del inicio del XIX Congreso de la formación, en el que se esperan algunos cambios y modificaciones en los estatutos del PCCH después de casi cinco años, la última revisión se realizó en 2012.
Si nos desviamos o abandonamos el marxismo, nuestro Partido perderá su alma y dirección”, así defendió el presidente chino, Xi Jinping, el marxismo como la ideología idónea para su formación política.
El mandatario del gigante asiático alabó también que el marxismo ha mostrado una gran fortaleza y vitalidad como una verdad y calificó de “irreemplazable” su papel en ayudar a la gente a comprender y transformar el mundo, así como a promover el progreso social.
China ha experimentado, prosiguió, cambios profundos desde la fundación de la República Popular China, por ello, el pueblo está más calificado y es más capaz de revelar la experiencia histórica y las reglas de desarrollo existentes en el proceso, y de hacer contribuciones originales al desarrollo del marxismo.
Para Xi Jinping, los principios de su partido seguirán intacto, pero recalcó que su formación estudiará “el capitalismo contemporáneo, su esencia y patrones” recordando que los tiempos están cambiando y la sociedad se está desarrollando.
El PCCh debe desarrollar continuamente el socialismo con características chinas, reforzar continuamente la fortaleza nacional integral de China y demostrar plenamente las ventajas del sistema socialista de China, culminó el dignatario.
Desde que Xi asumió el poder en el año 2012, ha promulgado una ideología marxista en el país asiático al lado de significantes avances económicos, mientras defiende una nueva economía mundial y arremete contra las estrategias de algunos países occidentales que frenan el desarrollo del pueblo.
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