El crecimiento económico de China aumentó al 6,9 por ciento en el primer trimestre de este año. De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) del país, los indicadores más importantes están desempeñándose mejor de lo previsto, ya que para 2017 China estableció una meta de crecimiento del 6,5 %.
El crecimiento registrado entre enero y marzo superó las previsiones de los economistas. La producción industrial subió el 7,6 % en marzo, y las ventas minoristas, que son un importante indicador del consumo de los hogares, subieron el 10,9 %.
Esta recuperación se obtiene después de que en 2016 China registró su crecimiento más lento en casi tres décadas. El motor del crecimiento han sido las políticas encaminadas a atenuar la desaceleración que incluyeron un mayor gasto en la construcción de infraestructura, así como el crédito relativamente barato que estimuló las ventas de propiedades en auge.
Se prevé que el gigante asiático siga el creciente ritmo, en momentos en que varios países han puesto sus ojos en tratados comerciales con China, para paliar reveses al libre comercio global, como la retirada anunciada por Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés).
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