Apelando a una aspiración efectista, las empresas encuestadoras han desempeñado un rol propagandístico en favor de una opción política, previo al plebiscito del 4 de septiembre en Chile.
Casos de colusión como el de las farmacias, precios de pollos, pañales, papel higiénico, gas, navieras y supermercados, entre otros, aplica a las encuestas propagandísticas.
A través de los medios corporativos de comunicación, las empresas buscan distribuir los resultados para su consumo masivo.
La gran falencia de las encuestadoras es su domicilio político, pues la gran mayoría se remite a posturas de derecha, factor que pone de relevancia sus intereses sobre los resultados.
Manuel Arismendi, Chile.
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