En el país más rico de América Latina hay miles de presos sin agua, niveles de hacinamiento de hasta 250 % y frecuentes malos tratos. Son las conclusiones de un informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), que coincide con otro del Poder Judicial, que califica las condiciones carcelarias de inhumanas.
En Chile hay cerca de 43.000 reos, de los cuales un tercio está preso, sin haber sido condenado, producto de una política antidelincuencia que potencia la prisión.
Las cárceles son prácticamente escuelas de delito, donde la última preocupación está en la reinserción y la formación de los carceleros.
Resulta impopular hablar de dignidad para los presos. Son el último eslabón en la protección de derechos humanos.
Chile es el país más seguro de la región según el índice de Paz Global 2017, pero la exaltación de la inseguridad siempre trae réditos políticos.
Leonel Retamal, Santiago.
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