Les acusan para mantener privilegios a represores de la dictadura condenados por crímenes de lesa humanidad, y otorgarles libertad condicional.
Este es Miguel Krassnoff, un ex oficial condenado a más de 450 años de cárcel por incontables asesinatos, desapariciones y torturas. Vive en una cárcel de lujo junto a más de cien criminales militares, que demandan aun más beneficios.
Estos exmilitares, cómplices de los genocidas, demandan en las calles que se olviden los crímenes cometidos entre 1973 y 1990.
Los familiares de las víctimas demandan que se cierre el penal especial de Punta Peuco y sus presos trasladados a cárceles comunes, pero el Gobierno dice que no hay recursos.
Los sobrevivientes responsabilizan al Ejército de lo que ocurre. En decenas de sitios se torturó y asesinó salvajemente. Los autores de estas fechorías nunca mostraron arrepentimiento, pero hoy suplican clemencia.
Alejandro Kirk, Santiago.
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